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24 dic 2014

Infieles...


Los hombres son infieles por naturaleza…y con esta frase que llevamos tanto tiempo escuchando y que nos tragamos con patatas, ellos llevan justificando su infidelidad desde la Edad de Piedra.
Hace tiempo que vengo comprobando como los hombres han desarrollado una habilidad especial para buscar una justificación a sus “deslices” sexuales fuera de la pareja. Con ello, minimizan a cero su malestar por los cuernos que están poniendo e incluso lo ven como algo positivo, que puede beneficiar a la relación, eso sí no comparten con su pareja lo beneficioso que es, claro!!!

A lo largo de estos años he conocido a verdaderos expertos en el arte de la infidelidad. Chicos cultos, educados en colegios buenos, muy bien vestidos, con buena conversación, excelentes trabajos, siempre dispuestos a hacerte mil y un favores. Hijos, hermanos, compañeros, amigos y vecinos perfectos. Los novios ideales, atentos con sus parejas, detallistas, cariñosos, generosos…pero con un manual bajo el brazo titulado: “El perfecto infiel: estrategias para lograrlo.”
El perfecto infiel es aquel del que nunca nadie sospecharía porque toda su vida está montada sobre una mentira. Lleva toda la vida representando un papel que el mismo se ha terminado por creer. Todo el mundo pondría la mano en el fuego por él. Tiene licencia para mentir y ser creído, y cuando engaña lo hace sin sentir ningún tipo de arrepentimiento.
El perfecto infiel es aquel que está con otras por puro vicio y eso es una constante en su vida. Ha engañado a todas y cada una de las novias con las que ha estado y aunque haya sido descubierto (porque al igual que no hay crimen perfecto, tampoco hay infidelidad perfecta), él sigue repitiendo el mismo patrón en sus relaciones posteriores. Le va la marcha, le gusta ese doble juego y siempre será así.
El perfecto infiel es aquel que después de tener una cena romántica con su novia y dejarla en casa, se va a casa de otra, pero eso sí, nunca se olvida de mandarle un whatsapp a su novia tipo: “cariño, ya estoy en casa, que descanses” (el chico no miente, en casa está, lo que no dice es en casa de quién está). De esta forma y para premiar a su conciencia, él no lo considera una mentira, simplemente ha ocultado información (pobre chico, encima que te avisa que llegó, ainss).
El perfecto infiel es aquel que tiene muchas amigas (que curioso que todas monas) y que habla de ellas a su novia con total naturalidad e incluso lo pregona a los cuatro vientos en el facebook cuando sale con alguna a cenar. De esta forma, se gana la confianza plena de la novia que no puede dudar de él porque es él mismo quién lo está contando abiertamente, y a ver… qué tío en su sano juicio va a ser tan imprudente como para etiquetarse con una tía en el facebook a la que se va a tirar cinco minutos después…no tiene sentido, verdad???
El perfecto infiel es aquel que después de tener una cena con amigos y aprovechando que la novia tiene turno de noche, se presenta en casa de otra a rematar el plan con la excusa de “estoy super pedo”.
El perfecto infiel es capaz de justificar sus infidelidades con argumentos como: es solo sexo y no hay nada más detrás, yo quiero a mi novia; la infidelidad sexual está sobrevalorada en las relaciones, lo grave es la infidelidad sentimental; puedo terminar esa relación paralela en cuanto yo quiera (y lleva así más de un año). Con este tipo de razonamiento que lleva tatuado en la piel (por no decir en otro sitio), el infiel tiene manga ancha para hacer lo que quiera, cuando quiera y con quién quiera, y encima sin sentir remordimiento ni malestar. Pero que les parecería si fuera su chica la que lo hace??? Seguirían pensando que las relaciones sexuales fuera de la pareja están sobrevaloradas???
El perfecto infiel es aquel que una vez que ha sido descubierto, pone cara de inocente y lo niega todo, jamás reconoce la verdad aunque esté entre la espada y la pared, lo niega una y otra vez como un disco rayado y solo cuando ya está acorralado y no encuentra la salida, añade alguna frase tipo:”es verdad que estuve con ella, pero las historias no se solaparon en el tiempo”, y cuando ya le pones la prueba del delito delante de sus narices te sueltan algo tan ridículo como: “no tuve relaciones sexuales, solo fue sexo oral”. Como veis, tiene respuestas y excusas preparadas para todo, son muchos años de experiencia en el tema.
El perfecto infiel es capaz de hacer todo esto y de ser a la vez el perfecto novio que tiene planes de boda y desea formar una familia. Ninguna novia desconfiaría de un tipo así, porque ellos son capaces de demostrar amor infinito a sus novias y de acostarse con otras al mismo tiempo. Esta lección la aprendieron desde muy pronto en el colegio y son verdaderos expertos en el arte de engañar. Solo una mente muy calculadora y despierta, aficionada a las pelis de Sherlock Holmes podría desenmascarar a un tipo así.
Por lo tanto, novias de este país, que estáis tan contentas con vuestros prefectos novios… es evidente que hay excepciones, pero yo que vosotras estaría muy atenta. Ellos se creen perfectos infieles pero en algún momento pueden despistarse, cometer un error y ZAS!!...ahí tenéis que estar vosotras para pillarles, o queréis ir a vuestra boda con unos bonitos cuernos???
Y chicos…dejaros de chorradas, la infidelidad es engaño, no importa como lo queráis disfrazar. Es romper un pacto afectivo/sexual de manera traicionera y punto!!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Para un amigo mío un piquito de su novia a un amigo gay ya es infidelidad... Tampoco hay que pasarse, no??