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1 dic 2014

Manejar las expectativas

Cuando era una completa novata en el mundo de las “ciber citas”, creía firmemente en que después de chatear durante horas con un chico, conocer nuestras vidas al completo, darnos los buenos días cada mañana y las buenas noches antes de irnos a dormir incluyendo un montón de "Muacks" en plan moñas…después de mandarnos fotos para vernos el uno al otro con looks variados: con ropa de trabajo, en la boda de nuestra prima, con morenito veraniego, con el pijama…e incluso después de hablar por teléfono para ponernos voz….después de todo eso, aunque uno no quiera, se monta la película en la cabeza y espera que la primera cita sea inolvidable. Cuando por fin has acordado el día del primer encuentro, te pasas la semana como una adolescente pensando que te vas a poner para el citado momento, incluso creas un grupo de Whatsapp con tus amigas llamado “SOS que me pongo”, abres el armario mil veces buscando algo ideal para la ocasión y decides irte de compras en busca de la prenda perfecta pensando en tirar la casa por la ventana, porque al fin y al cabo vas a conocer al hombre de tu vida, al futuro padre de tus hijos…pues bien, todas esas expectativas generadas en torno a esa primera cita, alimentan una ilusión que se esfuma en el mismísimo momento en el que estás face to face con el pretendiente.
Nada de lo que parecía es lo que parecía…ni físicamente es lo que prometía, ni tiene una personalidad tan arrolladora, ni su voz es tan guay ni es un tío tan interesante, ni sientes mariposas en el estómago, ni nada de nada…Esos primeros segundos son aquellos en los que piensas: “pufff…la madre que me parió, qué coño hago yo aquí? Por favor, que no se me manche el vestido que mañana mismo lo estoy devolviendo”

Aguantas estoicamente la cita con el único interés de encontrar el momento idóneo para ir al cuarto de baño y cambiar el nombre del grupo de whatsapp con tus amigas por el de: “SOS sacadme de aquí". Bueno eso y salvar el vestido de manchas, claro!!

Como eres completamente novata y aún no has desarrollado un decálogo de excusas para pirarte quedando como una reina, no te queda otra que aguantar estoicamente sin perder la educación y pedir a todos los santos que el tiempo pase volando.

Cuando llegas a casa, y tras volver a colocar la etiqueta al vestido, lo único en lo que piensas es en no repetir nunca más la experiencia. Te haces el firme propósito de no volver a entrar en ninguna de esas páginas, de borrar tu perfil y te dices cosas como: esto no es para mí, en la red no puede haber ningún tipo que merezca la pena….Pues bien, todo eso se olvida a la mañana siguiente, en la que recién levantada y aún con legañas en los ojos, te sientas delante del ordenador como arrastrada por una fuerza sobre humana y vuelves a visitar las paginitas y a responder a los mensajes que te han dejado, como si no hubieras tenido bastante con el fracaso de la noche anterior, porque en el fondo esperas que el siguiente sea tu hombre. Piensas que si tu estás en esas páginas y eres "normal", puede haber otros que como tu también sean "normales" y en tu misma situación, por qué no??


Por tanto, mi consejo es que trabajar las expectativas antes de tener tu primera cita es fundamental para evitar la sensación de fracaso y frustración. Es bueno ilusionarse, pero manteniendo los pies en la tierra. Que el tío parezca guay, no significa que lo sea.  Es cierto que Eduardo Noriega conoció a su actual mujer en un aeropuerto porque su vuelo se retrasó pero chicas….las posibilidades de que eso nos pase a nosotras son prácticamente nulas… así que lo único que nos queda es ir a las citas esperando de ellas lo menos posible y cambiar el chip: el objetivo no es encontrar al hombre de nuestra vida, sino simplemente divertirnos, pasar un rato agradable y ponerle una gran dosis de sentido del humor. Solo así podremos volver a casa sin la sensación de haber perdido la tarde.