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2 dic 2014

Conformarse...

A veces, no puedo evitar sentir cierta nostalgia por la vida que llevaba cuando estaba en pareja. No echo de menos a la persona con la que estaba, pero sí lo que había detrás de ese concepto. La tranquilidad que se siente cuando al salir de casa por la mañana sabes que regresarás y que esa persona estará ahí...con sus manías, con sus rarezas, con su pijama espantoso....pero estará, y eso da un sentido a tu vida, aunque esa relación sea perfectamente imperfecta, aunque todos los días sean iguales, aunque ya no haya beso de bienvenida, ni miradas cómplices, aunque cada uno mire hacia un lado de la cama.

Lo cierto es que las relaciones se van transformando con el paso de los años y si no hay un esfuerzo por ambas partes y unos buenos cimientos construidos a base de AMOR, se entra en una monotonía que da lugar a dejadez, a falta de motivación y de pasión. Aún así, muchos prefieren seguir en esa zona de confort, en ese bunker emocional que proporciona seguridad y una "falsa estabilidad". Salir de ahí exige ser valiente para no querer conformarse con una situación que te hace infeliz. Exige romper con una vida cómoda y arriesgar para empezar desde cero, sabiendo que no hay ninguna garantía de éxito, y eso no es fácil. Por ello, al final una mayoría apuesta por lo seguro y es fiel a aquello de: "más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer" y otros muchos prefieren lo de "sé infiel y no mires con quién". Ambas son dos formas de entender las relaciones y las segundas se están convirtiendo en una tendencia.

Hace ya unos años que decidí no conformarme. Sabía que desde hacia tiempo mi pareja no sentía nada por mí, salvo comodidad. Durante un tiempo cerré los ojos a la realidad, no quería ver, era mucho mejor mirar hacia otro lado y dejar las cosas quietas. Pero llegó un momento en el que sentí que me "ahogaba" y sabía que si seguía ahí, pasiva, sin hacer nada, iba a ser responsable de una frustración que me acompañaría el resto de mi vida. Me costó mucho tomar la decisión, fue difícil pero también valiente y supuso un punto de inflexión en mi vida. Aunque aún no haya encontrado una pareja que me haga feliz, cada día tengo más claro que hice lo correcto...y tu?? Te conformas??



Café con Magdalenas

Un poco harta de tener citas a ciegas con chicos que lo único que hacían era deprimirme, decidí cambiar de río e ir a pescar a otro lado, probando suerte en una página donde la idea era quedar en grupo, en lugar de tener un one to one. Así fue como conocí a el protagonista de mi siguiente historia. Pues bien, desde el primer momento su idea era quedar a solas conmigo, poniendo mil y una excusas para no hacerlo en grupo.
El chico, que era técnico de sonido en una productora de televisión además de profesor de sonido en una universidad, era físicamente atractivo, con ojos bonitos y mirada dulce. Tras cotillear al más puro estilo Sherlock Holmes, su facebook, su twitter, su Linkedin e incluso ver alguno de sus trabajos en youtube, me decidí a conocerle. Parco en palabras en sus conversaciones de whatsapp le dejé tomar la iniciativa en la primera cita (y ya adelanto que también la última, claro). Recuerdo que era una tarde de septiembre, domingo para ser exactos...pues bien, ATENCION chicas y chicos, tomad nota del planazo que me propuso (más que nada para que no se os ocurra repetirlo nunca en una primera cita, si es que queréis que haya una segunda, claro)...su plan arrebatador fue ir a pasear al Parque del Capricho a las cuatro de la tarde con el caloruzo propio del verano...a qué suena ideal de la muerte?? 
A ver, no es que el citado parque no sea bonito, que lo es, pero HOMBRE POR DIOS un poquito más de vidilla al plan, de caña, de entusiasmo, de chispa, de ritmo...y sobre todo no había otra hora más soporífera?? En plena digestión veraniega, con lo bien que se está "to tirado" en el sofá durmiendo la siesta....Muuuy mal...el chico ya estaba suspendido antes de empezar, pero aún así, no quise ser tiquismiquis y pijotera y le dije: veeeeenga....vaaaale!! Más tarde descubrí que dos de sus grandes aficiones eran asistir a conciertos de cuencos tibetanos y buscar geotesoros....visto así, lo del parque era todo un planazo!!!

Tras un paseo de unos 40 minutos parque para arriba parque para abajo....decidimos sentarnos a tomar algo en el único sitio que estaba abierto a semejante hora: un merendero mega cutre llenito de moscas de esas cojoneras que como te despistes terminan dentro de tu boca. Pues bien, qué te pides a las cinco de la tarde con todo el caloruzo en un cutre bar??? Pues algo medianamente fresco, vamos digo yo.....pues no....a este chico de pronto le entra sueño y mucha hambre, las dos cosas a la vez y con la misma intensidad y no se le ocurre otra cosa que pedirse un café con magdalenas....así tal cual, y se queda tan ancho !!!!! 

Tengo una amiga que seguro que habría salido corriendo pero yo, siendo fiel a mi estilo masoquista, me quedé sentada flipando en colorines, observando como se zampaba las magdalenas mojadas en el café como si no hubiera un mañana!!! No contento con eso, y como si tuviera la solitaria, decide ir a merendar una hora después a los 100 Montaditos, argumentando: "No sé lo que me pasa hoy pero tengo mucha hambre", y va el tío y se pide cinco montaditos, a cada cual más grasiento y los engulle casi sin respirar.Yo no sabía si reír, llorar o si pedirme otros cinco montaditos, más que nada por acompañar al chico en su gula ilimitada. Finalmente y tras ponerse ciego, nos despedimos dejándome una sensación rara e indescriptible, pero sobre todo ningunas ganas de volver a verle, porque cual sería su plan para la segunda cita?? Pedir la oferta del 3X2 del Telepizza mientras contemplamos la migración del colibrí??