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27 dic 2014

La Tostadora

En las relaciones hay dos tipos de hombres: los detallistas y los prácticos. Yo sin dudarlo me quedo con los primeros.

Los detallistas son los que ignoran el asunto práctico del regalo y solo se fijan en la ilusión que sentirás al abrirlo. Estos no solo tienen una capacidad especial para captar e incluso intuir qué regalo te hará inmensamente feliz, sino que para asegurarse de adquirir el regalo perfecto van un poco más allá y le preguntan a todas y cada de las mujeres de tu vida (tus hermanas, tu madre, tus amigas…). La utilidad es lo de menos para ellos, lo único que les importa es la ilusión que te hará y lo feliz que serás.

Los prácticos son aquellos que eligen los regalos que te hacen en función de su grado de utilidad, que suele ser inversamente proporcional al atractivo de los mismos. Este tipo de hombre es aquel que tiene una capacidad de atención selectiva, ignorando cualquier idea de regalazado que le lanzas de forma indirecta aprovechando el momento oportuno. Tal cual se lo dices le entra por un oído y le sale por el otro. Directamente lo borra de su disco duro mental, pasa olímpicamente de las sugerencias porque para el lo importante es lo que puedes hacer con el regalo, su practicidad, no la ilusión que te haga. Sin embargo, este tipo de hombre es aquel que transforma un comentario neutro, soltado de forma casual y sin ninguna intención, en una super idea para el próximo regalo que te hará.  

Aquí os dejo algunos ejemplos para que entendáis el alcance de la situación:
  • Escenario 1: Vas por la calle con él y de pronto pasáis por el escaparate de Extreme Collection. Te paras en seco delante de él y exclamas como una auténtica loca: “Oh my god!! Pero si es la chaqueta de mi vida, esa que siempre he querido tener, justo la prenda que falta en mi armario, me moriría por tenerla” y repites la frase una y otra vez, como un disco rayado….Mientras tu cara se llena de ilusión y te vuelves boba, tu chico está pensado en el partido de fútbol del domingo, en la carrera de motos, en las cañas con sus amigotes o simplemente en nada…el tema es que te está ignorando por completo. Dentro de su mente jamás ha existido esa maravillosa chaqueta, se va a quedar allí, ¿lo sabes, verdad?
  • Escenario 2: Domingo por la mañana. Te levantas ojerosa, con los ojos pegados, pelos de loca y un hambre brutal. Te empiezas a preparar un delicioso desayuno, de esos que a ti te gustan con zumo de naranja, café y tostadas…agarras el tostador que está ya un poco viejuno y siempre lo quema todo, metes el pan y exclamas entre bostezos y casi de forma ininteligible: “Me encanta desayunar con tostadas”…. Y ZAS!!!! De pronto tu novio que nunca pilla nada, que siempre está pensando en sus cosas, decide desplegar su antena en ese preciso instante para asociar dos palabras: encanta / tostadas con una tercera: Tostadora…y con una cuarta: REGALAZO (y seguro que en ese mismo momento está pensando: pero que pedazo de idea acabo de tener, si es que soy un auténtico crack y estoy en todo, lo va a flipar)
Como podéis imaginar, esas navidades los Reyes Magos no me trajeron la chaqueta de mi vida…me cayó la TOSTADORA, pero eso sí, de diseño. Creo que no es necesario que os cuente la cara que se me quedó cuando me encontré semejante regalo…la mía era un poema y no precisamente de amor, pero y su cara??? Como si me hubiera hecho el mejor regalo que jamás me hicieron…”pá haberlo grabado chicas”.
He de decir que la tostadora cumplió su función, como también lo hicieron el pijama de franela con doble aislamiento térmico, como los que usan los esquimales en Alaska, que me regaló las navidades anteriores porque una noche dije que tenía frío; o la mountain bike que me cayó por mi cumpleaños, supongo que en algún momento hice algún comentario sobre una bici pero debía estar borracha, porque el deporte nunca fue lo mío, el caso es que él debía estar sobrio porque lo captó (me caguén en to).
Evidentemente en todas esas ocasiones había ignorado por completo las mil y una ideas sobre regalazos que le había dejado caer millones de veces, y que me habrían hecho mega hiper super feliz. Trabajo completamente inútil, porque un hombre práctico no tiene su cerebro preparado para entender ese tipo de señales.

Así que chicas, si habéis tenido la suerte de tener un hombre detallista a vuestro lado podéis sentiros afortunadas, porque a mí me tocaron los prácticos. Por cierto, vendo tostadora de diseño a muy buen precio en Segundamano.es y regalo una mountain bike. Chicos prácticos... animaos y aprovechad la oferta que ya están aquí los Reyes!!!